PRENSA - UNOS DOS
Crítica Teatral
ESCINDIDOS PERO PEGOTEADOS
por Sol Lebenfisz

Un espectáculo con dramaturgia y dirección de Carolina Tejeda y José Mehrez



El espectáculo UnosDos está hecho de fragmentos. Fragmentos de una vida compartida, narrada entre dos que monologan en tándem, o, también, que dialogan a distancia. Son piezas sueltas, que en la reconstrucción que cada uno hace parecieran no tener amalgama, desparramadas como están en la memoria. Se trata de fragmentos, digo y repito, porque eso son, porque de eso está hecho el pasado: de los detalles que podemos recordar. Los que no recordamos, dejan de existir. Los que recordamos a medias, existen a medias. Y están también los detalles que nítidamente recordamos no recordar. Esos se quedan en una repisa, ocupando espacio; ni los tiramos ni los regalamos ni los devolvemos. Los dejamos ahí a la vista para que nos recuerden cuánto hemos olvidado.La obra propone el armado de un rompecabezas que abarca muchos planos: el cronológico, el espacial, el discursivo, el afectivo, etc. Y la apuesta fuerte está en el modo en que tiempo, espacio, discursos, afecto, etc., se superponen en la distancia entre esos dos seres, y se distancian en la superposición, que es el modo de narrar de la obra. Desde la propuesta espacial, por ejemplo, se construye una especie de ambiente común, algo disfuncional a primera vista, pero donde no se repite mobiliario. Nada hace sospechar, en un principio, que eso que parece un ambiente son en realidad dos. La cuestión espacial refleja la inteligencia con que los autores/intérpretes han tramado este universo escindido pero pegoteado, esta paradoja que implica la separación de Dos que anduvieron siendo Uno por mucho tiempo.Cada parte tiene partes del otro, y como un gran plato roto los dos intentan armar el rompecabezas, pero sin el otro faltan pedazos, quedan agujeros que no se disimulan con porcelana fría.Nosotros sí, desde la platea, armamos el rompecabezas. Pero no porque esté completo; nunca está del todo completo lo que está hecho de recuerdos. Lo armamos porque el espectáculo sube y baja de lo particular a lo universal todo el tiempo; porque es la historia de una pareja cualquiera que puede ser la historia de cualquier pareja.